top of page
Buscar

Guerra de billetes

  • Foto del escritor: XIMENA COVAF
    XIMENA COVAF
  • 2 feb 2018
  • 3 Min. de lectura

A nadie le gusta pagar impuestos, es “un mal necesario” pero finalmente, aunque nos duela la cartera, es para un bien mayor, para mejorar nuestros servicios y calidad de vida.


Recientemente Donald Trump dio su primer State of the Union, el equivalente al informe de gobierno que nuestro Ejecutivo da cada año, en el que habló sobre los logros de su administración a lo largo de este periodo. Tocó diferentes temas en los que incluyó cifras y datos que resultan cuestionables para muchos, sobretodo en el aspecto social. Pero lo que no pudo faltar fue la Reforma Fiscal, la “estrella” de su administración, el trofeo que otros presidentes antes intentaron obtener y que sólo él ha logrado: reducir la tasa de impuesto a las empresas del 35% al 21%.

“Tal y como prometí al pueblo americano en este podium hace 11 meses, promulgamos la mayor reducción de impuestos y reforma en la historia de Estados Unidos”.

Haciendo lo que en mi opinión es un copy paste del discurso impartido en Davos unos días antes, Donald Trump habló de los grandes beneficios que la reforma fiscal traerá al país y dijo: “nuestros enormes recortes impositivos brindan un alivio tremendo para la clase media y las pequeñas empresas, se estima que estos cambios aumentan el ingreso familiar promedio en más de $ 4,000”. Y, por supuesto, la frase repetida en ambos discursos: “Nunca ha habido un mejor momento para … (vivir/ invertir, según el caso) en América”.

Como mencioné anteriormente, para muchos las cifras arrojadas en su discurso result


an dudosas y la reforma fiscal ha sido criticada incluso entre las esferas más altas de la economía estadounidense. Patriotic Millionaires es un grupo de ciudadanos que forman parte de la clase económica más alta en Estados Unidos. Sin embargo, y a pesar de que la Reforma Fiscal de Trump les favorece muchísimo personalmente, están en desacuerdo con que ellos paguen menos impuestos que el resto de la población y se han dedicado, desde la campaña presidencial de Trump hasta hoy, a hacer contra-campañas que critican las medidas fiscales del presidente y demuestran con sus propios ingresos cómo ellos se están beneficiando y cómo la brecha salarial sigue haciéndose más grande.

Eric Schoenberg, un multimillonario miembro de Patriotic Millionaires, expuso en un video que, con la Reforma, va a recibir un recorte de impuestos de más del 30%, generando miles en ganancias al tiempo que aumentarán los impuestos a millones de familias pobres y de clase media. Con esto en mano, Schoenberg declara: “Si usted está de acuerdo en que la desigualdad es un problema, entonces al menos deberíamos comenzar a abordarlo. No deberíamos tener un gobierno que lo esté aumentando”. Como resalta la encuesta hecha por Oxfam América a 8,182 personas en los Estados Unidos, el 59% de los estadounidenses dice que el gobierno debería abordar la desigualdad de ingresos de manera urgente o muy urgente. El 48% de los republicanos está de acuerdo en que este es un tema urgente o muy urgente y la mayoría de los independientes, 51%, y los demócratas, 77%, también lo creen.

Hasta la fecha, la agenda económica de la administración de Trump se ha centrado en recortar las regulaciones a negocios, recortar impuestos a las grandes empresas y personas ricas, así como a hacer enormes recortes a los programas de asistencia social – un billón de dólares, para ser exactos -. Todo esto siguiendo la teoría de la Economía de oferta (Supply-side economics) que propone que la reducción de barreras impositivas a aquellos con mayor capital, grandes empresas e individuos, se verá reflejado en un aumento en el crecimiento económico del país ya que, el dinero que se ahorran en impuestos se reinvierte en sus empresas generando mayor número de empleos y mayores ganancias para sus empleados. Sin embargo, la agencia de calificación de riesgo, Moody’s, señala que es poco probable que el dinero que las compañías ahorran en impuestos sea reinvertido debido a que muchas le dan prioridad a pagar sus deudas, comprar acciones y aumentar el sueldo de sus puestos más altos.

En un discurso que duró casi hora y media, Trump dejó ver la política realista de un país dividido, no sólo entre ricos y pobres, sino entre colores, razas e idiomas, donde se intercambian metros de pared por número de Dreamers, donde se promueve la clasificación de personas por lugar de origen y donde se revierte la lucha del pueblo por la equidad reforzando el poder de la aristocracia del dinero.

El mismo Trump lo dijo: “Los estadounidenses aman a su país y merecen un gobierno que les muestre el mismo amor y lealtad a cambio” es entonces cuando ellos responderían “predica con el ejemplo”.

 
 
 

Comments


Únete a nuestra lista de correo

No te pierdas ninguna actualización

© 2018 por Ximena Covarrubias Faure. Creado con Wix.com

bottom of page